10/11/08

DIARIO DE UN SECUESTRO

NO ESPERES NINGUNA CLEMENCIA

Hay días siniestros y sórdidos, y éste era uno de ellos, y como no podía ser de otra manera, era domingo. Salí de casa con la intención de despejar las inquietudes que desde hacía días oscurecían mi mente, de expulsar a través del vaho de mi respiración todos los fantasmas que me abordaban deseosos de instalarse y vampirizar mi espíritu. La ruta iba a ser la de siempre, porque a pesar de conocer las medidas mínimas que te indican variar tu camino de vez en cuando, soy de costumbres fijas, y porque en las costumbres siempre queda la esperanza de encontrar lo inesperado. Y, así ocurrió. Nos creemos que el tiempo por sus cualidades no puede ser perverso, pues lo es. No sé de dónde salió, porque sólo escuchaba silencio fuera de mi. Pero oí perfectamente cómo me crujía la espalda y caía desplomada, lo primero que pensé fue en un fallo físico, en estar sufriendo alguna clase de ataque, y efectivamente era un ataque, pero un ataque externo. En silencio, fui arrastrada hasta un maletero. Olía a caucho y gasolina. Oscuridad, y más dolor que miedo. Mi mente fue asaltada por los motivos, quizás me había expuesto demasiado en los canales BDSM y me estaba enfrentando al sádico juego de cualquier chiflado, seguro que es uno de esos que exaltan el SSC virtualmente. Quizás en el trabajo me había metido donde no me llamaban y alguien quería darme una lección o hacerme desaparecer. Descarté una agresión por el mero hecho de estar en el sitio inadecuado en el momento inadecuado, aquí no había azar y de ser así, la agresión se habría consumado. Oscuridad, y más miedo que dolor. Pánico. Y de repente recordé la fosa, y por un desconcertante instante sonreí y fui feliz.


Nota: video Laura Marling - night terror

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algunas veces, tenemos fantasías que se van convirtiendo en ineludibles deseos, que a su vez, se convierten en obsesiones que pueden incluso hacer desesperar.
No desesperes en tus deseos, ni ansíes el encuentro, “quien busca la verdad, merece el castigo de encontrarla”, espero y deseo, encuentres tu castigo.

Mis respetos siempre, señorita cosmica.