El final del verano llegó, pero aquí nadie partirá, somos más y somos más fuertes. Fin de vacaciones, regreso al trabajo, sacar las botas de invierno, y directamente a la basura toda la vieja ropa de abrigo; aquí cambiamos a la velocidad del rayo, y hay que estar preparado para que la aceleración cuántica de acontecimientos te absorba sin hacerte puré. Quizás esté fuera de lugar, pero soy de las privilegiadas que termina las vacaciones en octubre, lo de 34 días hábiles de vacaciones cunde, aunque contar esto resulte ofensivo en los tiempos que corren, pero no hay nada sin lucha, nadie regala nada.
Allá por mayo, y tras un cruento invierno, comenzamos a salir de la guarida. Primera quedada en el norte, y somos más, hicimos buenas migas y estrechamos lazos de cariño y amistad. El 24/7 olimos un insumergible Cantábrico y terminamos abducidos por los habitantes de los hórreos (qué buenos han sido con nosotros!); y seguimos creciendo y reencontrándonos con todos aquellos que tanto significado tuvieron en los viejos tiempos de ronin tirada en el fango. Y también crece la colección de cuerdas y aros de suspensión.
El 8/8, con faldita a cuadros y coletas rediseñada por mi Señor, nos cobijamos en las cálidas y glamurosas garras de Dómina Libertad, reencuentros, abrazos, nuevos lazos, ahí estáis, me gustáis, y seguimos creciendo. Cena de reencuentro con D/sumisas, fiestas, escudriñando a los nuevos, acompañando a los de siempre. Y llegaron amigos queridos, algunos nuevos, otros legendarios, noches de Consentido, de Luna Negra, de Tabacalera, y de Metol4, más reencuentros, noches de glamour, de arte, de risas y coqueteo, noches en las que me desnudan para una cámara, noches en las que beso y amo y como y bebo, noches en las que empiezo a desear ir más allá, mucho más allá, hasta el final, noches de lujuria, noches en las que soy humillada delante de otros Dominantes, noches en las que deseo a otros esclavos y esclavas… y según previsiones de perversión establecidas por la Casa de Azrael, tras este calentamiento, damos pistoletazo de salida para superar a las mil y una noches.
Lo dicho, SOMOS MÁS, Y SOMOS MÁS FUERTES.
